sábado, 26 de abril de 2008

¡Que calor!



¡Llegó el calor! Hoy tocaba entrenamiento largo. Han sido 17 kms. bastante durillos. No tanto por las cuestas, como por el calor que ha hecho. Athos ha venido con la lengua fuera desde el primer kilómetro. No ha dejado de meterse en todos los charcos que hemos pasado. Yo vuelvo a lucir moreno de ciclista. Otro verano en que la gente me va a mirar raro en la playa.
He salido de Markinez, pasando por Beolarra hasta llegar a Kapildui y vuelta para casa. El recorrido no es duro, pero es una subida constante, que acaba quitando fuerzas. El chirimbolo de la foto, es una estación meteorológica del Gobierno Vasco justo en la cima de Kapildui. Como podeís ver ni una nube. Un día espléndido.
Balance de la semana: He hecho 46 kms en cuatro días de entrenamiento. Me encuentro bien, aunque a veces me da la sensación de que no estoy descansando lo suficiente y noto las piernas bastante cargadas. Supongo que el trabajar a tres turnos no ayuda mucho a que el cuerpo se recupere. Esta semana tocaba de mañana y los madrugones eran a las 4:40. Pero, como suelo oír a menudo en casa, sarna con gusto no pica. De las lesiones que padecí ni rastro. Era en los entrenamientos largos, como el de hoy, cuando tenía molestias. De todas formas, despues de los estiramientos aplico frío en el aquiles y Voltarén en aquiles y rodillas. Más vale prevenir que curar.

jueves, 24 de abril de 2008

Empezando a trotar.

Luego dicen que el deporte es sano. Más de quince años practicando el ciclismo sin ninguna lesión de importancia, empiezo a correr y en un año dos lesiones importantes: el tendón de aquiles y la rótula. Dos meses de rehabilitación me han servido para tomarme las cosas con más calma en 2008. He aprendido que no me puedo convertir en corredor de la noche a la mañana, que todo lleva su tiempo. Esto es una carrera de fondo para la que hay que tener paciencia. Ahora hago rodajes más suaves, alterno días intensos con días de "trote cochinero". Incluso descanso algún día. Ahora no me salto ninguna sesión de estiramiento tras los entrenamientos. Y parece que funciona. Hace tres meses que volví a entrenar desde el otoño de 2007 y esto marcha. Por el momento todo son buenas sensaciones y ganas de progresar. Como decían los "Siniestro Total": "Ante todo mucha calma"


El pasado domingo corrí la XXIII Subida a Estíbaliz. Hice un tiempo de 1h 18 min. para un recorrido casi completamente llano de 15 kms (unos 5 minutillos el km. de media). Empecé los primeros 5 kms. a un ritmo de 4,30, luego bajé el ritmo bastante y lo mantuve hasta el final. Fue una carrera un tanto aburrida.Afortunadamente hice grupo con unos chicos de Ziordia y fuimos charlando casi hasta Estíbaliz. Tantos kilómetros en llano se me hicieron pesadísimos. Pero como prueba del estado de forma estoy contento. Llegué muy entero, con fuerzas para haber seguido corriendo más tiempo. Mantuve las pulsaciones entre 165-170, incluso en los tres últimos kilómetros de subida, el único sitio donde me ví con fuerzas y adelanté a bastante gente.


El siguiente objetivo será el 11 de mayo en la I Carrera de Montaña de Navarrete (La Rioja). Es un recorrido de 15 kms. con 800 mts de desnivel acumulado. Desconozco el trazado, pero debe haber un muro bastante duro. En esta carrera si que espero esforzarme al máximo. La X-treme Finaga de Basauri del año pasado también tenía 800 mts. de desnivel para la misma distancia. Espero poder mejorar el tiempo de forma considerable (En Basauri hice 1h 15 min).


Os tendré informados.

viernes, 18 de abril de 2008

Saludos a todos.

Rigel me convirtió en Malamute runner.









Antes que nada una pequeña presentación. Mi nombre es Patxi, vivo en Markinez, un pequeño pueblo de la Montaña Alavesa. Pensé en crear este blog para dar a conocer mi aficion principal: el trail running, para que nos entendamos: correr por el monte y ponerme de barro hasta las orejas.
Lo de malamute runner es a causa del bicho que me hizo interesarme por las carreras de montaña, un alaskan malamute de nombre Rigel. Antes de tener perro practicaba el cicloturismo asiduamente. Pero decidimos adoptar un malamute abandonado en la perrera. Y allí empezó mi interés por los deportes de montaña. Rigel tenía tanta energía que había que canalizarla de alguna manera, y me empecé a interesar por el canicross. ¿Canicross? Es correr con el perro atado a tí con una cuerda elástica y un arnés. Era divertido, pero me apetecía más que el perro fuese a su aire, sin tener que andar pendiente de tirar de mí. Y así comenzó todo. Desgraciadamente Rigel ya no está. Ahora me acompaña un joven golden retriever de nombre Athos.





Gracias a todos por el interés. A partir de hoy si hay algo relevante que contar aquí me encontraréis.