El pasado 9 de octubre a las 9:30 se dio la salida de la II Carrera por montaña de Vitoria-Gasteiz. La cosa empezó mal para mí un par de semanas antes. De cara a 2012 he elaborado un plan de entrenamiento bastante exigente y el isquio dijo basta en una de las sesiones. Haciendo cuestas sentí un pinchazo en la parte trasera del muslo. Isa, la fisio, me dejó bastante bien. Era una sobrecarga bastante fuerte en los grupos central e interno del isquio que con el masaje y reposo los días siguientes debía remitir. La semana antes de la carrera salí a trotar un par de días y no noté nada raro. Desde el jueves reposo absoluto, y la víspera como siempre problemas para dormir.
A las 8:30 me reuní con Dani y salimos para Gasteiz. Si durante la semana había hecho un tiempo propio de verano, desde el viernes la cosa se puso fea un sirimiri constante y las pistas arcillosas de los Montes de Vitoria auguraban una carrera pesada y llena de resbalones. Comenzamos a calentar en los alrededores de Armentia junto a decenas de corredores llegados de todas partes. El nivel era bastante alto y eramos pocos los que no formábamos parte de equipos serios. En la línea de salida la gente intentaba acercarse a los primeros puestos, junto a mí, Javi, ganador de la edición 2011 de Ehun Milak y Ionut Zinca, a la postre ganador de la prueba.
Disparo de salida y salen como cohetes. Me voy quedando rezagado y cojo mi ritmo hacia la mitad del pelotón. Los cuatro primeros kilómetros son practicamente llanos y ahí no tengo nada que hacer. Al comenzar las primeras rampas me encuentro más cómodo y formamos un pequeño grupo juntoa a varios corredores de La Pedriza y una pareja de un club de Crevillent. El ritmo es adecuado y me veo capaz de marcar el ritmo durante varios kilómetros. Eran sensaciones que hacía tiempo que no tenía. Iba bastante fuerte de pulsaciones (165-170) pero me sentía cómodo. Hicimos así más de quince kilómetros por senderos pesados, con mucho barro pegado a las zapatillas, y continuos resbalones a través de los hayedos. Tras una larga bajada, ascenso repentino de nuevo hacia Zaldiaran y allí dijo el isquio hasta aquí hemos llegado. Imposible estirar la pierna en condiciones y si bien el dolor no era muy fuerte, me tuve que limitar a trotar. El los puestos de control que encontré a base de reflex fui aguantando y pude terminar la prueba en solitario. Había estimado terminar en algo menos de cuatro horas y finalmente hice cuatro horas y media.
Conclusiones: El planning de entrenamiento nuevo que he comenzado me va dando chispa que nunca había tenido. Si bien es cierto que tengo que cuidar más los descansos y estiramientos para evitar estas sobrecargas ( el año pasado tuve problemas en la misma zona).
Así acaba la temporada 2011. En mente tengo muchas cosas para 2012. Sólo me queda entrenar duro y cuidarme durante estos meses de otoño e invierno para poder llevarlas a cabo. ¡Os seguiré contando!