martes, 9 de agosto de 2011

Literatura sobre correr


    Demasiado tiempo libre en verano. Y hay que ocuparlo. No todo va a ser correr ¿o sí? Que mejor después de un par de horas de trotar por el monte que bajar a la playa o a la piscina y seguir viviendo, esta vez en tercera persona, las experiencias de otros corredores.

    Este verano ojeando la revista "Trail" (más lectura sobre correr. Esto empieza a ser enfermizo), me encontré con el anuncio del libro de Kilian Jornet. Había acabado el  libro lacrimógeno que llevaba para las vacaciones y en una escapadita que hice a Santiago de Compostela me hice con el libro de Jornet ¿Qué decir de él? En su libro mezcla lo personal y lo deportivo, dándonos una idea más cercana de sus motivaciones a la hora de entrenar y competir. Como en su blog, se habla mucho del corredor y la montaña y ese fuerte vínculo que se crea entre ambos. Totalmente recomendable. Se lee en un par de ratos. Si bien es cierto, no sé si por problemas de traducción y si nos ponemos exquisitos, que hay ciertas frases y expresiones que chirrían en castellano. Salvo ese aspecto, un libro que interesará a todo corredor de montaña.

   Como os decía "Correr o morir" se lee en un par de ratos. Pues eso, que a los dos días ya no tenía nada que leer. Curioseando blogs de corredores encontré la recomendación que en uno de ellos ( no recuerdo el sitio)  hacía para este verano: "Nacidos para correr" de Christopher Mac Dougall. Me dirigí de nuevo a la librería "Encontros" de Santiago de Compostela (por cierto, tienen cualquier libro que les pidas). Más de lo mismo. Más locos del ultramarathon. Este periodista que habitualmente escribe en la edición norteamericana de Runners World narra su encuentro con la tribu de los tarahumaras y su participación y conexiones con corredores de ultras "civilizados". Seguramente habeis visto en reportajes de antropología a estos nativos mexicanos que corren golpeando una bola durante días y noches sin parar. Pues imaginaos a estos indios sin apenas contacto con el exterior compitiendo con sandalias y un poncho en las pruebas de ultradistancia más duras de Estados Unidos junto a corredores con la mejor preparación y mejor equipo del mundo. En resumen, esto es de lo que trata este libro. Muy ameno y nos hace reflexionar sobre nuestras motivaciones al correr. 

    Al hablar de estos dos libros quiero mencionar otros dos que es complicado conseguir, a no ser en ferias de libros usados. Los dos están descatalogados y son dos rarezas que de vez en cuando me gusta releer. El primero de ellos es "The zen of running". En el libro de Mac Dougall también se habla de los primeros corredores de montaña en los años  70: unos inadaptados que huían de la pista y su única meta era disfrutar del hecho de correr (Sirva de ejemplo la película "Forrest Gump"). En "The zen of running" una especie de gurú de ese movimiento, Fred Rohé, mezcla en este extraño libro fotografías de la naturaleza con mantras o pequeñas poesías para convertir correr en una nueva forma de meditación. Empieza así: "Esta experiencia es una nueva forma de meditación o un camino más para descubrirte, por ello verdaderamente te animo a que hagas una corta carrera ( corta puede ser 10 yardas o 10 manzanas, esa será tu decisión). Corre de la forma más limpia que puedas, con la menor cantidad de ropa posible para que puedas sentir el aire y el sol". ¿Curioso,no? Aunque parezca un poco "freaky" hojear de vez en cuando este libro hace replantearse algunas actitudes en la vida y en la montaña.

    El último libro del que os hablaré es: "La carrera de Flanagan" de Tom Mac Nab. En los años de la Depresión americana a cambio de algunos dólares la gente hacía locuras. Hay algunas películas en las que se ven concursos de baile en los que la gente baila hasta la extenuación para ganar un poco de dinero. En esa misma línea y curioseando por internet ví que también se hicieron ese tipo de concursos con gente corriendo. Este libro, aunque de manera novelada, narra una de esas competiciones en las que los corredores tienen que atravesar Estados Unidos de costa a costa. No deja de ser una novelita entretenida, y como no, sobre corredores.

    Espero haberos dado alguna idea para leer este verano. ¡Seguid entrenando duro!









martes, 2 de agosto de 2011

A pedra do cadro


Diez días corriendo por las montañas de granito de la Sierra de Barbanza. Me ha costado encontrar una zona en condiciones por la que entrenar. El recorrido que utilizaba en otras ocasiones tras varios incendios se ha quedado sin árboles y las zarzas, helechos y demás matorrales han ocultado los senderos y hacen imposible correr por ellos. La alternativa es la subida a la Pedra de Cadro. Es el pico más alto de los alrededores y atractivo por las formas en las que se han erosionado las moles de granito que se encuentran junto a la cima.

La verdad es que echo de menos correr por los montes de Euskalherria. Aquí es dificil encontrarse con alguien por el monte. Lo primero que te preguntan cuando dices que vas al monte es: ¿A qué? No conciben ir al monte a disfrutar, a pasear, a correr... Se me hace raro no ver a nadie disfrutando de estas vistas. Siempre con el mar de fondo y enormes formaciones de granito de extrañas formas. Quien peor lo lleva es Athos con la humedad que hay en los bosques de eucaliptos. El pobre se muere de sed y aquí no hay mucho agua en los montes. Por lo que suelo madrugar para que no caliente mucho el sol. Sin duda, está siendo el verano más caluroso que recuerdo en esta zona de Galicia.

Este próximo sábado vuelta a casa. Se acaban las vacaciones, pero siguen los entrenamientos.