miércoles, 4 de febrero de 2009

Rigel

Tú tuviste la culpa. ¿Quién me iba a decir que iba a acabar corriendo por el monte con más de 30 años? Más de 20 años a lomos de una bicicleta y de un día para otro todo cambia. Adopto un alaskan malamute y la vida me cambia. Tenías tanta energía que el único modo de que estuvieses tranquilo era dar largos paseos por el monte, paseos que terminaron en cortas carreras, cortas carreras que precedieron a varias horas de carrera. Todo te lo agradezco a tí. Hace un año que faltas y cada día que salgo a correr te tengo presente. De hecho, el nombre de este blog es un pequeño homenaje. Ahora mi compañero es Athos, pero siempre corres conmigo, Rigel.

1 comentario:

parusmajor dijo...

Quien no ama a los animales nunca podrá entender lo que significan para nosotros. Yo también entreno con un pastor vasco, y puedo decir que siempre están ahí, para lo bueno y para lo malo. Ánimo, Patxi!!!