¡Mocooooos!

Si, mocos y más mocos. Todo eso añadido al dolor muscular, de garganta y dolores de cabeza han hecho de mi un guiñapo. Soy una especie de zombie, un muerto viviente...
Nunca me dijeron que los virus de los bebés pudieran ser tan contundentes. En mis treinta y muchos años nunca había cogido semejante "trancazo". Parece mentira que de algo tan pequeño salgan virus con tan mala leche. Por supuesto, en esta semana ni un kilómetro (y se va acercando la fecha de "Goierrriko bi handiak"). Intentaré recuperarme lo antes posible. Ayer ya cedí en mi habitual cabezoneria anti-medicamentos y he empezado a tomar algo. Espero que este parón sirva para coger luego los entrenamientos con más ganas.

Saludos. Voy a por más pañuelos...